martes, 28 de abril de 2015

Capitulo tres

El tercer día de mi búsqueda comenzó bastante mal, tuve que refugiarme en una gruta natural porque comenzó a llover, luego de recorrer con mi vista el refugio asegurándose que no había (al menos a la vista) alguna víbora o insecto que representara algún peligro para mi persona coloque la mochila sobre una roca y me senté en posición flor de loto a meditar, mi respiración se hizo mas serena y me invadió una gran paz; como quizás nunca la había experimentado.
Concentre la mirada en un punto del horizonte y comencé a recitar un Mantra.

De pronto sentí que esa búsqueda se tornaba para mí en algo mucho más importante que el simple hecho de buscar un hombre, porque estaba comprobando algunas fortalezas propias en mi personalidad que desconocía.
(continuara)
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lunes, 27 de abril de 2015

Capitulo dos novela breve

"En la búsqueda del Eremita"
Lea aquí el capitulo uno
Capitulo Dos
A veces se torna difícil encontrar una persona en la zona montañosa "Es como buscar una aguja en un pajar"
Si bien los periodistas tenemos algunas ventajas para saber orientarnos al utilizar las nuevas tecnologías, tales como celulares de ultima generación con sistemas satelitales, tablet, brújulas y al contar con el apoyo logístico de colegas de la zona: Igual se me estaba tornando una misión complicada hallar la gruta donde meditaba el Eremita y eso se debía fundamentalmente  a la vida nomade* de Charles Meiler, el sabio filosofo y vidente que buscaba.
Tenia provisiones aseguradas por una semana, si no lo encontraba en unos cuatro días tendría que retornar.
(continuara)

nómade

que se desplaza de un lugar a otro, sin residencia fija 

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domingo, 26 de abril de 2015

Cronica de la búsqueda del eremita

La montaña tiene ese desencanto muchas veces pensó Julián, harto de tanta piedra insensible al dolor de piernas; había ascendido y descendido por múltiples senderos en la montaña buscando la cueva donde habitaba uno de los últimos eremitas de la humanidad. Un hombre sabio, capaz de trasmutar un dolor en la mas radiantes de las felicidades.
Venia al encuentro del anciano cargado de preguntas y ansiedades; huía de una sociedad frívola, descortés, con personas ambiciosas, sin limites éticos para alcanzar sus metas económicas; con un gobierno déspota, paternalista con los mediocres, que había corrompido ideales, que apostaba a perpetuarse en el poder buscando impunidad.
Ese hombre que el buscaba casi con desesperación poseía el mas preciado de los dones; solo el podría, bastándole su palabra al pueblo impulsar una verdadera revolución pacifica, basada en la restauración de la ética y el amor por la justicia.
Pero las horas pasaban y no encontraba el sendero que lo llevase al encuentro de aquella persona que despertaba tanto temores en los mediocres funcionarios de su país.

(continuara)