Capitulo Trece "Es hora de charlar"

Continuamos publicando la Novela Breve "Romance en la Alta Montaña" La búsqueda del Eremita, escrita por Néstor Omar Salgado; lea Aquí el capitulo anterior romance-en-la-alta-montana-capitulo-doce
CAPITULO TRECE

El sol comenzó a elevarse sobre las cumbres, apenas se percibía una suave brisa fresca que cada tanto nos acariciaba el rostro, estábamos rodeados de montañas y si uno agudizaba el oído podía sentir el sonido del agua deslizándose entre las piedras, seguramente estábamos a pocos metros de algún pequeño manantial de agua de deshielo…Vamos por agua le dije a mi compañera, ese suave sonido del agua era una bendición, mi provisión de agua se estaba agotando.

En realidad no fue tan fácil obtenerla, el caudal era muy escaso, tuvimos que buscar un hueco entre las piedras para colocar nuestras cantimploras porque corría un fino hilo del preciado liquido, al cabo de una hora tuvimos las cantimploras llenas y retornamos felices al lugar donde habíamos dejado meditando al eremita.

Al llegar nosotros el nos contemplo en silencio, luego extendió sus manos al cielo y dijo “Es hora de charlar con mis ilustres amigos” Me sentí reconfortado con la vida; era el momento de aprender, de meditar en las enseñanzas que seguramente recibiríamos de este hombre que tanto tiempo habíamos buscado.

(Continuara)

Capitulo once "El Poema"

La Novela Breve "Romance en la Alta Montaña" se va publicando en este blog por capítulos; si usted no leyó los anteriores búsquelos debajo de esta publicación y léalos, gracias, el Autor
Néstor Omar Salgado
Capitulo Once

La tome de la mano y le dije-Sabes una cosa, anoche mientras vos descansabas y yo te contemplaba en silencio cumpliendo mi guardia en la gruta; te escribí un poema, me permitís recitártelo- Oh claro que si Jorge exclamó mi compañera de viaje.

Me senté en una roca y tomando el papel de mi mochila se lo leí.

Quizás algún día

Te invente en mis poemas

Y solo existías en mis sueños

Hasta que te encontré

En el lugar menos esperado.

Aquí…En este paraíso.

Pero que bonito tu poema exclamó Rosana ¿En serio me lo escribiste anoche?

Si afirme, me inspiraron las estrellas y tu belleza.

¡¡¡Gracias corazón!!! Sos un hombre muy dulce.

Se acerco y me dio un beso en la mejilla.

Cuando volvimos la vista al sendero vimos que se acercaba un anciano, que descendía con dificultad, se lo notaba cansado; al acercarse me di cuenta que estaba ante la presencia de Charles Meiler, habíamos encontrado al Eremita: Mis ojos se empañaron de lágrimas, ella me tomo de la mano sensiblemente emocionada.

El detuvo sus pasos, nos miro atentamente y dijo-Los estaba esperando- y agrego- Hace unos días tuve una visión y sabia que me buscaban, ahora que nos hemos encontrados les digo lo que hace años dijo uno de mis maestros “Heme aquí”

(continuara próximamente, ponga en favoritos este blog y retorne en unos días)

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Capitulo diez de Romance en la Alta Montaña

Estimado lector; para poder entender en plenitud este relato busque en este mismo blog los capítulos anteriores (El Autor)

Capitulo Diez

El sol ascendía sobre el horizonte de picos nevados cuando decidimos continuar la marcha.

Durante la noche había encendido una o dos veces por un breve periodo de tiempo mi celular para leer los mensajes recibidos y enviar mi posición actual y las novedades; en realidad cuidaba mucho la carga de la batería del teléfono (Más allá de contar con repuesto) para que me fuera útil el resto de la travesía.

Luego de escalar un rato por un angosto sendero detuvimos el avance.

Rosana encendió su celular y se comunico con uno de sus colaboradores, que mediante rastreo satelital le informaba que habían detectado a un hombre que venia descendiendo por el mismo sendero donde nosotros tratábamos de avanzar: Se suponía que se trataba del Eremita me comento luego…Solo nos restaba esperar afirmo Rosana y asentí con una sonrisa.

La tome de la mano y le dije-Sabes una cosa, anoche mientras vos descansabas y yo te contemplaba en silencio cumpliendo mi guardia en la gruta; te escribí un poema, me permitís recitártelo- Oh claro que si Jorge exclamó mi compañera de viaje.

Me senté en una roca y tomando el papel de mi mochila se lo leí.

 (continuara en un próximo capitulo)

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Capitulo Nueve de la Novela Breve

Continuamos con la publicación de capítulos de la Novela Breve "Romance en la Alta Montaña"

Capitulo Nueve

Coloque dos troncos más en la fogata y me prepare a realizar la primera guardia mientras invite a mi compañera circunstancial a descansar mientras yo velaba sus sueños, luego ella me remplazaría y podría descansar un rato, la idea era cuidarnos mutuamente y mantener el fuego encendido porque afuera de la pequeña gruta el viento soplaba cada vez más fuerte y había retornado una leve llovizna.

“Amigo…Me voy a descansar menciono Rosana y tomando su bolsa de dormir se recostó en un rincón usando de cabecera una roca que sobresalía…Sin duda estaba agotada porque se durmió rápidamente; eso me hizo feliz porque sentí que confiaba en mi persona.

La noche fue tranquila, solo algunos aullidos lejanos cada tanto nos desvelaban hasta que el sol acaricio mi rostro en mi segunda guardia y despertando a mi compañera le extendí una taza de café caliente; ella la tomo con ansiedad, aun hacia frió se puso de pie, se acerco y tomándome de la cintura me beso-Este beso es porque sos un hombre muy gentil y anoche te portaste como un caballero- Gracias murmuro y debo confesarte que me hubiera gustado volver a besarle una vez más.

(continuara)

Lea todos los capítulos en este mismo blog

Una mujer hermosa Capitulo ocho

Continuamos publicando la Novela Breve Romance en la Alta Montaña de Nestor Omar Salgado; si usted no leyo los capitulos anteriores comience por el  primer capitulo Aquí: http://eremitadelsur.blogspot.com.ar/2015/04/cronica-de-la-busqueda-del-eremita.html

Capitulo Ocho

Creo que a mi también me paso algo parecido argumente-Mas allá de haber iniciado esta búsqueda con la idea de entrevistar a Charles Meiler sabia que ese encuentro, si se diera podía cambiar mi visión sobre la vida.

Qué sucedería si no lo encontramos pregunto Rosana “Ambos quedamos en silencio”

Uno generalmente esta preparado para alcanzar las metas que se propone y pocas veces se prepara para asimilar un fracaso.

Estábamos sentados frente a frente, separados por una pequeña fogata que calentaba una pequeña olla conteniendo una sopa de verduras que Rosana había hecho con un sobresito y el agua de una de nuestras cantimploras, el fuego iluminaba su rostro, era una mujer hermosa y por su rico vocabulario intuí que era una persona culta; ella parecía tener muy claro lo que deseaba de su vida, en cambio yo seguía teniendo mis dudas existenciales; quizás alguna las resolvería cuando encontrara al Eremita y otras, como a tantos seres humanos me acompañarían el resto de mi vida.

La sopa estaba exquisita, la noche invitaba a descansar.

(continuara)

Capitulo siete "Juntos en la montaña"

Lea los anteriores capítulos de la Novela "Romance en la Alta Montaña" en este mismo blog.
Capitulo 7

La noche estaba llegando; seguramente lo más seguro para los dos seria seguir refugiados en la gruta hasta el amanecer.

Mientras Rosana (así se llamaba ella) ubicaba mi mochila cerca de la suya me ofrecí gentilmente a buscar mas leña para mantener la fogata encendida durante la noche.

En la montaña comienza a bajar la temperatura ni bien se oculta el sol; además es importante mantener el fuego para ahuyentar animales tales como los pumas y gorilas de montaña; otra cuestión de vital importancia por la cual era importante el fuego encendido era para cocinarnos algo, o tomar alguna infusión caliente.

Recogí algunos arbustos secos y retorne a la gruta.

 Al llegar motivado por mi curiosidad le pregunte ¿Por qué buscas al maestro?

Es largo de contar manifestó Rosana; pero más allá de la relación que tiene esta búsqueda con lo espiritual, por estar relacionada con esos temas ¡¡¡Soy Terapeuta Holística!!! Creo que la decisión de salir a buscar al Eremita tuvo que ver con un momento muy especial de mi vida.

Me separe de un gran hombre porque me deje absorber por mi trabajo y descuide mi pareja: Primero me angustie; lo culpe a el…Como hacen la mayoría de las parejas que se separan, pocas veces analizan cuanto de culpa también tuvieron cada uno de ellos y para hacer mas liviana la carga culpan a los demás; hasta que finalmente asumí mi parte que también había tenido responsabilidades.

Por eso creo que mas allá de buscar al Eremita, me estoy buscando a mi misma.  

(Continuara)

Autor: Nestor O Salgado

(no copie sin autorización)

Capitulo seis de Romance en la Alta Montaña

En esta página que usted visita se publica por capítulos breves la Novela que esta escribiendo el escritor Argentino Nestor Omar Salgado, si usted llega por primera vez a este portal le recomendamos antes de leer el capitulo 6 leer desde el PRIMER CAPITULO
Capitulo Seis

Al llegar a la puerta de la gruta me recibió una mujer rubia con una esplendida sonrisa, quizás tan sorprendida como estaba yo “Jamás hubiera imaginado una alpinista en aquel lugar” y no era porque no fuera un buen lugar para escalar, sino por el hecho de ser mujer y estar allí sola a merced de las inclemencias del tiempo y desafiando la montaña.

Pero no era un sueño, allí estábamos frente a frente a muchos metros de altitud.

Nos saludamos atentamente y luego de un breve dialogo coincidimos que estábamos tras el mismo objetivo

¡¡¡Encontrar al Eremita!!!

La noche estaba llegando; seguramente lo más seguro para los dos seria seguir refugiados en la gruta hasta el amanecer.

(continuara)

Prendas femeninas

Capitulo cinco de "Romance en la Alta Montaña" por Néstor Omar Salgado.

El humo provenía de la misma montaña donde yo estaba, solo estaba unos metros mas arriba.

Entusiasmado comencé ascender: En realidad llegar me fue bastante fácil porque solo tuve que seguir un estrecho sendero que me llevo casi hasta la puerta de la gruta.

Alguna vez había escuchado, que al final del sendero se encontraba un viejo refugio abandonado; según dicen antiguamente había sido un pequeño templo de meditación que utilizaban los monjes.

Cada tanto detenía un poco mi marcha para apartar algún arbusto que interrumpía el paso. Estaba a pocos pasos de la gruta cuando algo llamo poderosamente mi atención; extendidas sobre unos arbustos cercanos a la entrada se podían ver algunas prendas. Seguramente se le habían humedecido con la lluvia e intentaba secarlas al sol que ya se alejaba sobre el horizonte.

Pero lo que más me extraño era que se trataba de prendas femeninas.

¿El Eremita estaría en pareja, cuestión que desconocía?

Oh me había equivocado de persona.

(continuara)

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Creo que lo encontré capitulo cuatro

Lea también los capítulos anteriores en este mismo blog
Capitulo cuatro

Afuera de la gruta el cielo se empezó a despejar lentamente y ceso la lluvia, un suave viento sur comenzó a soplar. Era hora de continuar la marcha.

Salí al borde de la cueva y me deje guiar por una corazonada.

Si el eremita estaba cerca seguramente había encendido una fogata en algún lugar de aquella montaña. Si alcanzaba distinguir el humo me guiaría a su encuentro.

Tome mis prismáticos, me subí a una gran roca que me permitía mirar un amplio entorno y comencé la recorrida visual, de pronto una estela de humo gris atrapo mi interés ¡¡¡Lo había encontrado!!!
(continuara en un próximo capitulo)